Los besos.

Enfrente del lugar donde trabajo hay un parque. Sentarse en una de sus bancas para descansar unos minutos es imposible; siempre están todas ocupadas. Desde mi ventana los veo todos los días: hombres y mujeres, hombres y hombres, mujeres y mujeres, que se besan apasionadamente, sentados, horas y horas. Seguir leyendo